El sanjavierino argumenta que “surge un gran interrogante: ¿cómo podrá el Estado establecer límites en la publicidad para los juegos de azar, si es un organismo del Estado quien, con su publicidad, induce y busca convertir al jugador ocasional en un fanático o jugador habitual, provocando e incitando al ciudadano en el inicio de una práctica adictiva? Una nueva temporada en el futbol mexicano, un torneo totalmente atípico, no solo por la pandemia del COVID-19, la Liga MX tiene sus propios bichos.